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lunes, 24 de septiembre de 2012

Los Pronunciamientos.

El fenómeno de los pronunciamientos ha marcado sucesivamente la historia contemporánea de España. Básicamente se trata de la interferencia continua del ejército en la vida política, que a través del golpe de estado intenta conseguir cambios en el gobierno o en el sistema político en general.

Es un fenómeno histórico complejo que nace al finalizar la Guerra de Independencia. La forma de guerra total que adquirió el conflicto, al terminar involucrando en la lucha contra el ejército francés a prácticamente toda la población a través de las guerrillas, hizo surgir a una nueva clase de militares que nunca habían tenido relación con el ejército: los guerrilleros, soldados improvisados forjados en la guerra contra el francés. Frente a estos estaban los militares regulares, es decir, los antiguos oficiales de cuartel. Al regreso de Fernando VII, muchos de los guerrilleros, que se habían convertido en grandes líderes y habían cosechado numerosas victorias, fueron marginados a lugares remotos e incluso licenciados sin derecho a paga. Esto hizo crecer el malestar entre los afectados, que empezaron a canalizar su descontento alineándose con los liberales y organizándose a través de logias masónicas. 

Los primeros pronunciamientos: 

Espoz y Mina
Espoz y Mina
El primero de los pronunciamientos fue el que protagonizó en 1814 Espoz y Mina, uno de los guerrilleros de más prestigio, supuestamente en nombre de la libertad. Aunque parece que lo que realmente motivó su acción fue que el rey se negara a convertirlo en virrey de Navarra, frustrando de esta manera sus aspiraciones, y sintiéndose humillado al ser elegido para tal distinción un noble de vieja estirpe. El intento por parte de Espoz y Mina de tomar la ciudadela de Pamplona terminó en fracaso cuando los guerrilleros que le acompañaban le abandonaron a las puertas de la ciudad. Ante esto se vio obligado a huir a Francia. 

Juan Díaz Porlier
Juan Díaz Porlier
El segundo de los pronunciamientos fue el protagonizado por Juan Díaz Porlier. Frente al anterior, éste tuvo ya un marcado matiz ideológico liberal. En él no sólo participaron militares, sino que ya nos encontramos a civiles conspirando. La noche del 17 al 18 de septiembre de 1815 consiguió alzar a la guarnición de La Coruña en nombre de la Libertad y contra la tiranía. Consiguió ser respaldado en gran parte de Galicia, pero camino de Santiago fue traicionado por sus suboficiales y detenido. Un consejo de guerra lo condenó a muerte, siendo ahorcado en La Coruña. 


En febrero de 1816 fue descubierta la denominada conspiración del triángulo, organizada por el militar Vicente Richard y apoyado por el ex-diputado Calatrava y el general Renovales. El plan consistía en raptar a Fernando VII y obligarle a jurar la constitución de Cádiz. La conspiración fue descubierta y Vicente Richard condenado a morir ahorcado. Para escarmentar y prevenir a otros posibles conspiradores, la cabeza de Richard fue cortada y clavada en una pica, siendo exhibida públicamente durante varios meses. 

Luís Lacy y Gautier
Luís Lacy y Gautier
Grabado procedente de la Biblioteca Nacional
La noche del 4 al 5 de abril de 1817 Lacy, un guerrillero que había alcanzado el grado de teniente general, protagonizó otro pronunciamiento, para el que contó con el apoyo de Milans del Bosch en Gerona y de Quer en Barcelona. El levantamiento fue rápidamente sofocado y Lacy fusilado. En este pronunciamiento fue destacado el apoyo civil, organizado a través de las logias masónicas. Esto llevó a las fuerzas realistas a actuar contra las organizaciones masónicas. 




En 1819 se descubrieron los planes de otro levantamiento sin que llegase a materializarse. El coronel Vidal pretendía eliminar a todas las autoridades valencianas al reunirse en el teatro la Nochevieja de 1818. La celebración fue suspendida por la muerte de la reina Isabel (falleció el 26 de diciembre de 1818). La conspiración fue descubierta por la denuncia de un traidor. Vidal y sus cómplices fueron arrestados y ejecutados el 22 de enero (Vidal murió antes como consecuencia de las heridas sufridas durante su detención). 

Rafael del Riego
Rafael del Riego
En 1820 el coronel Riego protagonizó el primer pronunciamiento que consiguió triunfar, permitiendo a los liberales hacerse con el poder después de forzar a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812. El 1 de enero de 1820, Rafael del Riego, que se encontraba en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan al mando de un ejército que debía ser embarcado en Cádiz y enviado a las colonias americanas para sofocar las revueltas independentistas, se sirvió del descontento generalizado de los soldados bajo su mando para pronunciarse y proclamar la Constitución de 1812. Durante los meses siguientes la Constitución fue proclamada en distintos puntos de la geografía española, al tiempo que se iban conformando Juntas de gobierno provinciales que fueron asumiendo el poder a la espera de que se instituyera un nuevo gobierno constitucional. Finalmente Fernando VII no tuvo otra escapatoria que claudicar y jurar la constitución. Se abrió de este modo un breve período constitucional conocido como el Trienio Liberal (1820-1823) que terminó con la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luís enviados por la Santa Alianza y la reposición del absolutismo monárquico en manos de Fernando VII. Rafael del Riego fue hecho prisionero y en noviembre de 1823 fue ahorcado en la plaza de la Cebada de Madrid, después de ser humillado públicamente y arrastrado por la calle metido en un canasto de esparto. Después de ser ahorcado su cuerpo fue decapitado. 

El fenómeno del pronunciamiento se mantendrá en España desde esta época y durante toda la contemporaneidad como forma característica y recurrente de combatir el sistema político. 

Bibliografía:

Martínez de Velasco, Ángel. Manual de Historia de España. España 1808-1833. Historia 16. Madrid 1990.

Profesor Antonio Martín Martín

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